Los seres humanos, de forma inevitable, están destinados a interactuar y relacionarse entre sí. Por ello, y cuando se sitúa la lupa en el ámbito de la economía, la negociación resalta precisamente la línea inicial. Ser un buen negociante resulta indispensable para evitar roces e imposiciones en la resolución de tensiones, lo cual es un aspecto fundamental a la hora de solucionar y llegar a acuerdos.
Se trata de una habilidad que sirve tanto en el mundo personal como en el profesional. No obstante, y pese a que existen muchas formas, no todas las fórmulas son eficaces, ya que depende mucho del momento y las circunstancias que se pongan en el camino. En el siguiente texto, se pondrán en contexto varias de esas claves para poder dominar este aspecto que, para muchos, se considera un arte.
La preparación lo es todo
La clave principal para lograr una buena negociación es estar preparado. Según un experto de la MRC International People Planning, cada negociación comienza en el minuto menos uno, por lo cual es fundamental estar preparado antes de pasar a la acción. Ser precavido también juega un papel indispensable incluso si sólo se producen reuniones o meetings, por lo que el 80% del éxito que se pueda tener va de la mano con eso.
Contar con una buena intuición también es una carta interesante, no obstante, si se deja que tome demasiado protagonismo puede ser traicionera. Po tal motivo, y para reducir los márgenes de error, los grandes negociantes dedican bastante tiempo en poder prepararse antes de realizar cualquier movimiento.
Asertividad como punto crucial
Al momento de negociar, es importante saber lo que se quiere decir. No se puede llegar a una reunión sin conocimiento o dominio del tema que se quiera tratar. La improvisación no es una aliada en estos casos, más bien es todo lo contrario. Aunado a ello, además de tener la preparación, es importante dominar cómo se va a exponer el tema en cuestión, interpretando cómo piensa y de qué manera le gusta manejarse a la contraparte de la negociación. Conocer a la persona con la cual se va a negociar y estar consciente de sus puntos fuertes o débiles, es una ventaja para saber cómo moverse en una conversación de importancia.
Todo debe realizarse con paciencia
Ser paciente, no anticiparse y saber manejar los tiempos, es también una de esas habilidades poco comentadas a la hora de negociar. Sin embargo, varios son los expertos que sí que ponen este argumento en duda, ya que a medida que la sociedad se ha convertido en una la cual pondera más la inmediatez, muchas veces el margen de maniobra o respuesta en una negociación es muy corto. Cada respuesta cuenta y toda acción puede tener consecuencias. Ser hábil y detectar cuándo es el mejor momento para pasar a la acción, es clave para lograr resultados.
Empatía y capacidad de escucha
‘’Si una persona no tiene la capacidad de entender o ponerse en los pies de la otra, difícilmente podrá llegar a buen puerto en una negociación’’. Esa es una frase poderosa y muy realista. Para los expertos, obstinarse o encallarse en una idea y ser inflexible a la hora de poder rectificar o aceptar un argumento contrario, puede ser perjudicial e, incluso, dañar completamente una negociación.
Sin llegar a un punto de entendimiento ni tampoco tener empatía con el otro individuo, es muy complejo tener éxito. Si sólo se negocia tomando en cuenta necesidades propias, puede que en algún caso funcione, pero este durará poco porque, evidentemente, la otra parte estará insatisfecha o incluso con la sensación de haber perdido.
¿Y tú?. ¿Te consideras un buen negociador, tienes la suficiente empatía y paciencia? Síguenos en Instagram @mamamia.360 y cuéntanos!
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