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ט״ז בטבת ה׳תשפ״ה (16/01/2025)
בס"ד

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En su libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”, Stephen Covey plantea su teoría del “Ganar-Ganar” (Win-to-Win, en inglés). Como él afirma, “no es una técnica; es una filosofía de la interacción humana”.“Ganar-ganar” significa buscar un equilibrio en toda situación de relacionamiento con los demás, donde ambas partes salgan lo mejor beneficiadas posibles, y que esto se traduzca en un nivel de satisfacción aceptable al negociar.

Usualmente en los planteos de negociaciones, lo primero que aparece es una focalización en el “quiero ganar”, que implica, necesariamente, que el otro pierda. Sin embargo, el “ganar-ganar” es más aspiracional y se coloca por encima de los intereses predominantes de una persona, empresa o situación, para abarcar la totalidad de lo mejor que podría obtenerse en aquel momento.

  • Los 6 modelos de negociación más usuales

Para comprender la variedad de alternativas, es necesario que cada uno, organización, entidad, se observe en una perspectiva negociadora, y detectando cuál es el patrón predominante cuando se dirimen cuestiones de distinto tipo:

Aquí, los 6 modelos más usuales sobre los que se mueve la mayoría de los seres humanos puestos a la hora de negociar algo:

  1. Ganar/Ganar (G/G)
  2. Ganar/Perder (G/P)
  3. Perder/Ganar (P/G)
  4. Perder/Perder (P/P)
  5. Ganar (G)
  6. No hay trato (NHT)

Como se observa, son seis matices completamente diferentes. Incluso muchos de ellos se basan en mecanismos inconscientes que se activan a la hora de negociar.

La clave para llegar a mantener un “ganar-ganar” permanente en la vida personal y profesional es elevarse por sobre el interés individual y proyectar el mejor beneficio compartido al que se puede arribar.

Aquí, un repaso breve de cada uno:

  1. Ganar-Ganar significa Yo gano-Tú ganas Se persigue un beneficio mutuo, basado en la sinergia, y la creencia de que el éxito de todos es superador al suceso personal de una u otra parte.
  2. Yo gano / Tú pierdes: Esta mirada se basa en lineamientos de liderazgo autoritario, donde uno prevalece por sobre otro. Generalmente es el paradigma que los adultos arrastran desde niños, ya que hay que “ganar” a toda costa. Los principios son de comparación y de pura competencia.
  3. Yo pierdo / Tú ganas. Las personas que buscan aprobación o que quieren agradar a todos, suelen basarse en la concesión -aunque no se esté de acuerdo-, en la renuncia a los derechos propios, o en la aceptación mansa de lo que se plantea, muchas veces este estilo se basa en la aceptación sin más de lo que el otro impone. En este formato se promueve que quien pierde acumule ira, resentimiento, y deteriore los vínculos en forma pronunciada, ya que se ve siempre sometido a los designios del otro.
  4. Yo pierdo / Tú Pierdes. Se relaciona con el desear que la otra parte pierda, y uno también, lo que produce un sentimiento de venganza. Es la filosofía que impera en conflictos de gran escala, como una guerra. También en personas que actúan como víctimas de la vida, sin hacerse responsables por sí mismas, y se consuelan pensando que el otro está igual de mal que ellas.
  5. Yo gano. Es muy usual en el mundo de los negocios deshumanizados, donde a la persona no le importa cómo se siente el otro, sino que van exclusivamente tras su objetivo, que no precisamente busca siempre el bien común o mayor para todos.
  6. No hay trato. Esta forma representa la imposibilidad de alcanzar algún tipo de acuerdo en el momento, por lo que se necesitarán buscar caminos alternativos que pudiesen ser positivos para las demás partes. Se utiliza mucho en negociaciones comerciales, para ejercer presión sobre el otro o producir un desgaste en el vínculo. En una perspectiva más positiva, se puede coincidir en que “no hay trato” para abrir otro tipo de instancias.

Es hora de trabajar felices!!
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*Articulo adaptado y traducido por Mamá Mía 360

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EMBAJADOR DE MARCA

Los embajadores de marca son los mejores aliados de las empresas para promocionar sus productos y fortalecer la estrategia de branding. Te explicamos qué significa ser embajador de una marca.  Embajador de marca En un mercado cada vez más saturado en el que los consumidores están expuestos a una gran cantidad de mensajes publicitarios, no es fácil conseguir que una marca destaque. Limitarse a promocionar los beneficios de los productos no basta, las marcas deben ser capaces de comunicar sus valores y conectar emocionalmente con su público objetivo. Esa es precisamente la misión del embajador de marca. ¿Qué significa ser embajador de una marca? El embajador de marca es una persona que representa la imagen de la organización ante su público objetivo. Encarna la identidad corporativa, se identifica con sus valores y se encarga de atraer a clientes potenciales generalmente compartiendo sus experiencias con los productos y/o servicios de la empresa. Los embajadores de marca realizan diferentes acciones promocionales offline y online. Pueden convertirse en una de las voces del blog corporativo, acudir a los eventos patrocinados u organizados por la marca, grabar spots publicitarios o alimentar el interés por la marca a través de publicaciones en sus redes sociales. La importancia del embajador de marca en el marketing El impacto positivo de las acciones de los embajadores de marca suele aumentar la popularidad de la empresa y, como resultado, se produce un incremento de las ventas. ¿Cómo ser embajador de una marca? Para ser embajador de una marca hay que cumplir ciertos requisitos. Ante todo, la persona debe tener una buena reputación dentro y fuera de Internet. También debe identificarse y proyectar los valores de la marca. Generalmente se busca a personas proactivas y extrovertidas con una gran capacidad de comunicación con el público objetivo. Eso significa que para ser embajador de una marca hay que cuidar mucho la imagen y ser auténtico.  Mantenerse activos en las redes sociales y conseguir una buena base de seguidores fieles es un buen comienzo. De hecho, muchas marcas están apostando por micro-influencers en nichos de mercado específicos que tengan una gran credibilidad y una conexión fuerte con su público. Existen plataformas, como Scrunch, especializadas en poner en contacto a los influencers con las marcas. Por supuesto, tener conocimientos de marketing también allana el camino para ser embajador de una marca.

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