¿Qué es el cash flow o flujo de caja de una empresa?
El «cash flow», también conocido como flujo de caja, flujo de efectivo o flujo de tesorería, es lo que mide la salud económica de una empresa, y determina la capacidad que ésta tiene de generar beneficios y hacer frente a todos sus pagos. En definitiva, nos indica el estado financiero de una empresa.
A veces, si se hace un estudio superfluo de la realidad de una empresa, puede parecer que sus cuentas están sanísimas por tener buenas ventas cuando, en realidad, no dispone de liquidez.
Cuando se compara el aparente beneficio de una empresa con el cash flow real, puede que los resultados sean positivos y el flujo de caja negativo (si hay alguien que no haya pagado alguna factura a la empresa), o puede que el cash flow sea positivo (si la empresa no ha pagado a sus proveedores).
Por lo tanto, hacer el balance de una empresa no es suficiente para comprobar la buena salud de esta: será el cash flow el que indique si puede hacer frente a sus futuros pagos o si necesita algún tipo de financiación. ¿Cómo se calcula el cash flow de una empresa?
El cash flow no es más que la suma del beneficio neto, las amortizaciones y las provisiones.
¿Qué son las amortizaciones y las provisiones? Ambas suponen una pérdida de valor de la empresa. Las amortizaciones representan una depreciación permanente del activo de la empresa debido al uso y el tiempo de este. Por otro lado, las provisiones representan una depreciación debida a un imprevisto.
¿Por qué se tienen que incluir, las amortizaciones y provisiones, en el cálculo del cash flow? Por que no son salidas de dinero propiamente dichas, sino que representan la disminución del activo de la empresa. Es lo que la empresa tendrá que pagar, antes de pagarlo o, dicho de otro modo, el dinero con el que la empresa ya no va a poder contar.
A pesar de que el cash flow es esencial para saber si una empresa va por el buen camino, la fórmula más conocida para calcularlo (la descrita anteriormente) tiene una limitación: la regla del devengo. Lo que ocurre es que los beneficios contables son considerados tesorería, siendo esto no del todo cierto, ya que el hecho de haber enviado la factura de una venta y contado este beneficio como parte del activo de la empresa no significa que se tenga ese dinero en la caja. Al ser un concepto inmaterial que se basa en transacciones de la empresa también inmateriales, existe la posibilidad de que provoque un efecto dominó: si hay un pago que la empresa termina no recibiendo, puede que esta no pueda pagar a uno de sus proveedores.
Esto no quiere decir que hacer el cálculo del cash flow no sea importante o que su resultado no sea del todo fiable, sino que, simplemente, hay que saber interpretarlo y asimilar el hecho de que es algo orientativo, ya que no se basa en la liquidez real que la empresa tiene en el momento de calcularlo.
El cash flow es, entonces, una idea de lo que la empresa puede llegar a hacer frente, si todo va como debería ir. Es una apreciación de la liquidez que una empresa es capaz de generar en un periodo de tiempo determinado. Calcular el cash flow es como comprender lo más intrínseco de un negocio, y eso es de vital importancia. ¿Qué ventajas tiene calcular el cash flow de una empresa?
Sí, el cash flow tiene sus limitaciones, pero su cálculo puede beneficiar mucho a la empresa y el conocimiento que tiene el empresario de esta.
Para empezar, saber el cash flow de una empresa ayuda al estudio de su situación financiera, es decir, el saber si tiene o no un problema de liquidez. Antes de que una empresa se dé cuenta de que ha dejado de ser rentable, detectar el problema con el cálculo del cash flow puede ayudar a solventarlo anticipadamente.
También sirve para analizar la viabilidad de inversiones dentro de la empresa, así como entender de qué manera está creciendo el negocio.
¿Cómo se puede mejorar el cash flow si este no es muy bueno?
Mejorar la liquidez de una empresa y, consecuentemente, su cash flow, consiste en conseguir que entre más dinero del que sale. Para hacerlo puedes seguir las prácticas recomendables de limitar los gastos y aprovechar los descuentos que supone el pago por adelantado a algunos proveedores. Además, también te ayudará hacer que el pago de tus clientes sea sencillo, y así cobrar lo antes posible. Y, siguiendo esta regla, el retrasar tus pagos también puede darte como resultado un cash flow positivo, aunque tendrás que preverlos en el siguiente cálculo.
Tipos de cash flow
Existen tres tipos distintos de cash flow en las empresas, y estos dependen de las actividades que se realicen.
Cash flow de explotación
Este cash flow depende de los ingresos ordinarios de efectivo, aquellos relacionados con la actividad de la empresa propiamente dicha. Esto es, los obtenidos de la venta de productos, la prestación de servicios, etc. También depende de los pagos a proveedores, pago de nóminas, etc.
Cash flow de inversión
Este cash flow es para aquellas empresas que incurran en inversiones financieras y/o inmobiliarias.
Cash flow de financiación
Este cash flow depende de todas las actividades de financiación que tengan lugar dentro de la empresa, ya que estas pueden modificar el capital de la empresa y, sobre todo, sus deudas.
Todos los tipos de cash flow deben tenerse en cuenta, ya que afectan al estado económico de la empresa. Sin embargo, el de explotación es el que mejor muestra el estado diario de esta, ya que tanto el de inversión y el de financiación pueden depender más del período determinado en el que se realice el cálculo del cash flow.
En definitiva, el cash flow es un indicador que nos muestra cuán sana es una empresa, más allá de los resultados y beneficios aparentes. Es importante tenerlo en cuenta para conocer el estado real de un negocio y anticiparse a posibles problemas de liquidez. ¿Quieres llevar tu negocio/emprendimiento a otro nivel?
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