“He cambiado, lo prometo”: la trampa disfrazada en el mundo emprendedor La metáfora de la ratonera y el ratón En la ilustración vemos a una ratonera que, con flores en mano, le promete a un ratón: “He cambiado, lo prometo”. La escena es tierna y absurda al mismo tiempo, porque todos sabemos que, aunque la ratonera se disfrace de romántica, su naturaleza sigue siendo la misma: una trampa. En el mundo de los negocios y del emprendimiento, esta metáfora es más real de lo que parece. Muchas veces nos cruzamos con oportunidades que parecen atractivas, personas que llegan con sonrisas y promesas, o propuestas que suenan demasiado buenas para ser verdad. Trampas disfrazadas de oportunidades La enseñanza es clara: no todas las flores son sinceras, y no todas las promesas significan un cambio real. El peligro de la ingenuidad emprendedora Cuando uno empieza un proyecto, es común ilusionarse con cada puerta que se abre. El entusiasmo puede volvernos ingenuos, como el ratón que mira con ternura el ramo de flores sin recordar que enfrente está la ratonera.Pero en los negocios, la ingenuidad se paga caro. Una lección aprendida con varios clientes Yo mismo, como emprendedor y asesor, me crucé más de una vez con clientes que llegaban con discursos encantadores y promesas de oro. Me decían: “La próxima semana te pago”, “Con este proyecto vas a crecer muchísimo”, o “Yo te recomiendo a todos mis contactos”.Las flores eran hermosas, pero detrás había ratoneras: proyectos que nunca se cobraron, horas de trabajo desperdiciadas, energías drenadas. No fue una vez, fueron varias. Y aprendí que confiar ciegamente es regalarle tu tiempo y tu paz a quien no lo merece. El sexto sentido que me salva Tengo que confesar algo: muchas veces fue mi esposa Jani la que, con su sexto sentido, me advirtió que algo no olía bien. Cuando la escuché, me salvé de caer en una ratonera. Pero cuando no le hice caso… terminé atrapado. Esa es otra gran lección: rodearse de personas que ven lo que uno, por entusiasmo, a veces no quiere ver. Cómo protegerte de las “ratoneras” en los negocios La otra cara de la metáfora Y también vale mirarnos al espejo: como emprendedores, ¿cuántas veces prometemos que “esta vez haremos todo distinto” y seguimos cayendo en los mismos errores? Postergamos la contabilidad, improvisamos estrategias, aceptamos clientes tóxicos o no ponemos límites.La ratonera no siempre está afuera; a veces somos nosotros mismos los que debemos cambiar de verdad. “La verdad detrás de las flores” Las flores son lindas, pero los hechos son los que huelen a verdad. Un emprendedor épico no se enamora de promesas, se compromete con realidades. “Ahora te toca a vos” El camino emprendedor está lleno de flores y trampas. La clave está en distinguir cuándo las flores son auténticas y cuándo son parte de un disfraz. La confianza es fundamental, pero la ingenuidad es peligrosa.No olvides: una ratonera con flores sigue siendo una ratonera. 👉 Ahora te pregunto: ¿Qué ratoneras disfrazadas de flores has encontrado en tu camino emprendedor? ¿Cómo aprendiste a detectarlas? ✍️ MBA Federico PipmanCEO de Mamá Mía 360 | Asesor de negocios y coach motivacional